La dificultad para quedarse dormido o pasar la noche dando vueltas en la cama puede afectar a la funcionalidad del paciente al día siguiente. Existen varios tratamientos que pueden alargar el sueño e incrementar la calidad del mismo, pero antes es importante averiguar el motivo de dicho trastorno del sueño.
Las opciones de tratamiento incluyen mejoras en la higiene del sueño y tratamiento farmacológico.